Epífora en gatos: causas, síntomas y consejos de tratamiento

La epífora, que se caracteriza por lagrimeo excesivo o lagrimeo en los ojos, es una afección común que afecta a los gatos. Puede ser un signo de varios problemas de salud subyacentes, que van desde irritaciones leves hasta enfermedades más graves. Comprender las causas, reconocer los síntomas y conocer las opciones de tratamiento adecuadas para la epífora es fundamental para que todo dueño de gato garantice el bienestar y la comodidad de su compañero felino.

🔍 Entendiendo la Epífora

La epífora en sí no es una enfermedad, sino más bien un síntoma. Se produce cuando los conductos lagrimales no pueden drenar adecuadamente las lágrimas del ojo, lo que provoca un desbordamiento. Este desbordamiento se manifiesta como una humedad excesiva alrededor de los ojos y, a veces, puede ir acompañado de manchas en el pelaje alrededor de los ojos, especialmente en los gatos de color claro.

Las causas de la epífora son variadas y pueden estar relacionadas con la sobreproducción de lágrimas, problemas de drenaje o una combinación de ambos. Identificar la causa raíz es esencial para un tratamiento eficaz.

⚠️ Causas comunes de epífora en gatos

Hay varios factores que pueden contribuir a la epífora en los gatos. A continuación, se detallan las causas más comunes:

  • Alergias: Los alérgenos ambientales como el polen, los ácaros del polvo y el moho pueden irritar los ojos y provocar un lagrimeo excesivo. Las alergias alimentarias también pueden manifestarse de formas similares.
  • Infecciones oculares: Las infecciones bacterianas, virales o fúngicas pueden inflamar la conjuntiva (la membrana que recubre el párpado y el globo ocular), lo que provoca un aumento de la producción de lágrimas.
  • Cuerpos extraños: Pequeñas partículas como polvo, suciedad o pestañas pueden quedar atrapadas en el ojo, causando irritación y lagrimeo.
  • Anormalidades anatómicas: algunos gatos nacen con anomalías en los conductos lagrimales o en los párpados que impiden un drenaje adecuado. Algunos ejemplos incluyen conductos lagrimales obstruidos o entropión (inclinación del párpado hacia adentro).
  • Glaucoma: esta afección implica un aumento de la presión dentro del ojo, lo que puede provocar lagrimeo excesivo y otras complicaciones graves.
  • Conjuntivitis: La inflamación de la conjuntiva, a menudo causada por infección o alergias, es una causa frecuente de epífora.
  • Úlceras corneales: el daño a la córnea (la superficie frontal transparente del ojo) puede ser muy doloroso y provocar lagrimeo excesivo.
  • Infecciones de las vías respiratorias superiores (IRS): Las infecciones virales como el herpesvirus felino y el calicivirus felino pueden causar conjuntivitis y epífora como parte de sus síntomas.
  • Problemas con las pestañas: Afecciones como la distiquiasis (crecimiento anormal de las pestañas) o los cilios ectópicos (pestañas que crecen en el lugar equivocado) pueden irritar la córnea y provocar lagrimeo.
  • Tumores o crecimientos: En casos raros, los tumores o crecimientos cerca de los conductos lagrimales pueden obstruir el drenaje.

🩺 Reconociendo los síntomas

El síntoma principal de la epífora es, por supuesto, el lagrimeo excesivo. Sin embargo, otros signos pueden acompañar a esta afección:

  • Pelaje húmedo alrededor de los ojos: este es el signo más evidente.
  • Manchas en el pelaje: la humedad prolongada puede provocar manchas de color marrón rojizo, especialmente visibles en gatos de color claro.
  • Entrecerrar los ojos o parpadear: esto puede indicar molestia o dolor.
  • Enrojecimiento de los ojos: Inflamación de la conjuntiva.
  • Secreción de los ojos: la secreción puede ser clara, turbia o purulenta (que contiene pus), según la causa subyacente.
  • Frotarse o tocarse los ojos: esto es un signo de irritación.

Si observa alguno de estos síntomas en su gato, es fundamental consultar con un veterinario para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento adecuados.

🔬 Diagnóstico de la epífora

Un veterinario realizará un examen ocular minucioso para determinar la causa de la epífora. Esto puede implicar:

  1. Examen físico: una evaluación general de la salud general del gato.
  2. Examen ocular: un examen minucioso de los ojos, los párpados y los tejidos circundantes utilizando un oftalmoscopio.
  3. Prueba de tinción de fluoresceína: se aplica un tinte inofensivo en el ojo para verificar si hay úlceras o abrasiones en la córnea.
  4. Prueba de lágrimas de Schirmer: mide la producción de lágrimas para descartar el ojo seco (queratoconjuntivitis seca), que paradójicamente puede causar epífora mientras el ojo intenta compensar.
  5. Lavado del conducto lagrimal: se hace pasar una pequeña cantidad de líquido a través de los conductos lagrimales para comprobar si hay obstrucciones.
  6. Citología o cultivo: si hay secreción, se puede recolectar una muestra para examen microscópico (citología) o cultivo para identificar cualquier agente infeccioso.
  7. Tonometría: Mide la presión dentro del ojo para detectar glaucoma.

💊 Opciones de tratamiento

El tratamiento de la epífora depende de la causa subyacente. A continuación, se indican algunos enfoques habituales:

  • Limpieza: Limpiar suavemente el área alrededor de los ojos con un paño húmedo y tibio puede ayudar a eliminar la secreción y prevenir las manchas.
  • Medicamentos: Se pueden recetar antibióticos, medicamentos antivirales o antimicóticos para tratar las infecciones. Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a reducir la inflamación.
  • Manejo de las alergias: identificar y evitar los alérgenos o usar antihistamínicos puede ayudar a controlar la epífora relacionada con las alergias.
  • Cirugía: En casos de anomalías anatómicas como conductos lagrimales bloqueados o entropión, puede ser necesaria una cirugía para corregir el problema.
  • Extracción de cuerpos extraños: un veterinario puede extraer con cuidado cualquier objeto extraño del ojo.
  • Manejo del glaucoma: Es posible que se necesiten medicamentos o cirugía para controlar el glaucoma y reducir la presión ocular.
  • Tratamiento de la úlcera corneal: Para tratar las úlceras corneales se suelen utilizar colirios antibióticos y analgésicos. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

Es fundamental seguir atentamente las instrucciones del veterinario y administrar todos los medicamentos según lo prescrito. Es posible que sean necesarias visitas de seguimiento periódicas para controlar la evolución del gato.

🏡 Consejos para el cuidado en el hogar

Además del tratamiento veterinario, hay varias cosas que puedes hacer en casa para ayudar a controlar la epífora de tu gato:

  • Mantenga la zona alrededor de los ojos limpia y seca. Limpie suavemente cualquier secreción con un paño suave y húmedo varias veces al día.
  • Recorta el pelo alrededor de los ojos. Esto puede ayudar a prevenir la irritación y las manchas.
  • Evite los irritantes. Minimice la exposición a posibles alérgenos como el polvo, el polen y el humo.
  • Proporcione un entorno limpio. Limpie periódicamente la cama y la caja de arena de su gato.
  • Vigile de cerca el estado de su gato. Informe a su veterinario sobre cualquier cambio o empeoramiento de los síntomas.

🛡️ Prevención

Si bien no se pueden prevenir todas las causas de la epífora, hay medidas que puede tomar para reducir el riesgo de que su gato la padezca:

  • Chequeos veterinarios regulares: Los exámenes de rutina pueden ayudar a detectar y abordar problemas potenciales de forma temprana.
  • Vacunas: Vacunar a tu gato contra los virus respiratorios comunes puede ayudar a prevenir infecciones que pueden causar epífora.
  • Control de parásitos: la desparasitación regular y la prevención de pulgas pueden ayudar a mantener la salud general de su gato.
  • Buena higiene: Mantener limpio el entorno de su gato puede ayudar a reducir la exposición a alérgenos e irritantes.
  • Dieta equilibrada: Alimentar a su gato con una dieta de alta calidad puede favorecer su sistema inmunológico y su salud general.

Conclusión

La epífora en los gatos puede ser una afección frustrante e incómoda tanto para el gato como para el dueño. Sin embargo, con un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, la mayoría de los gatos pueden encontrar alivio. Si comprende las causas, reconoce los síntomas y sigue las recomendaciones de su veterinario, puede ayudar a su amigo felino a disfrutar de una vida feliz y saludable. Recuerde que la intervención temprana es clave para prevenir complicaciones y garantizar el mejor resultado posible.

FAQ – Preguntas frecuentes sobre la epífora en los gatos

¿Qué es la epífora en los gatos?

La epífora es el término que se utiliza para describir el lagrimeo excesivo o los ojos llorosos en los gatos. Es un síntoma, no una enfermedad, y puede deberse a diversos problemas de salud subyacentes.

¿Cuáles son las causas comunes de la epífora?

Las causas comunes incluyen alergias, infecciones oculares, cuerpos extraños, anomalías anatómicas, glaucoma, conjuntivitis, úlceras corneales e infecciones de las vías respiratorias superiores.

¿Cómo se diagnostica la epífora?

Un veterinario realizará un examen ocular completo, que puede incluir un examen físico, una prueba de tinción de fluoresceína, una prueba de lágrimas de Schirmer, lavado del conducto lagrimal, citología y tonometría.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la epífora?

El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir limpieza, medicamentos (antibióticos, antivirales, antiinflamatorios), manejo de alergias, cirugía, extracción de cuerpos extraños o manejo del glaucoma.

¿Puedo prevenir la epífora en mi gato?

Si bien no todas las causas se pueden prevenir, puedes reducir el riesgo asegurándote de realizar controles veterinarios regulares, vacunas, control de parásitos, buena higiene y una dieta equilibrada.

¿Es grave la epífora en los gatos?

La epífora puede ser un signo de una enfermedad subyacente grave, como glaucoma o úlcera corneal. Es importante consultar a un veterinario para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.

¿Cómo puedo limpiar los ojos llorosos de mi gato en casa?

Limpie suavemente la zona alrededor de los ojos de su gato con un paño húmedo y tibio. Utilice un paño limpio diferente para cada ojo para evitar la propagación de una posible infección. Evite utilizar jabones o productos químicos agresivos.

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